Se acerca el verano y, con él, empiezan a proliferar métodos milagrosos para adelgazar y lucir palmito en la playa. Ya no sólo se trata de dietas inhumanas a base de piña durante un mes, sino que están apareciendo siniestros sistemas con graves consecuencias para la salud de los ilusos que se atreven a probarlos. Vamos a conocer diez de estos diabólicos procedimientos adelgazantes y sus peligrosas consecuencias.
1.- Malla supralingual (la sadomaso)
Uno de los más aberrantes inventos de los últimos años es la malla supralingual. El comentario popular de que “para adelgazar lo que tienes que hacer es cerrar la boca” se aplica en este sistema de una forma de lo más literal.
Se trata de una especie de malla que se implanta en la lengua de la persona a través de unos puntos de sutura e impide al usuario la ingesta de alimentos sólidos, más que nada por el dolor que se genera al hacerlo.
Es decir, que si te pones una malla supralingual sólo podrás ingerir líquidos mientras la tengas puesta y la recomendación de este sistema implica una duración de un mes para bajar unos 10 kilos de peso.
Lo venden como un “recordatorio activo”, ya que si te lo implantas y tratas de comer, el dolor te va a recordar que no “debes” hacerlo. ¿Cómo se llamaba el castigo físico infringido a una persona para mortificarla? Ah, sí, ¡tortura!
Además de las posibles infecciones que puedan surgir en la lengua (no olvides que es una operación con anestesia local), la malla supralingual también puede provocar otros efectos adversos como descompensación, anemia, desnutrición, desequilibrio hidroelectrolítico, hipoglicemia o incluso osteoporosis a largo plazo.
De hecho, en Sudamérica, donde ha cogido más fuerza este método, las autoridades sanitarias ya han dado la voz de alarma sobre este mecanismo adelgazante y está prohibido, por lo pronto, en Colombia, Venezuela y Costa Rica.
La malla fue inventada por el médico mexicano Raúl Góngora, bajo la patente de ‘método RAG1’ y el doctor está aprovechando su “gran idea”, montando una red de franquicias con un desembolso de 4.000 dólares (algo más de 3.600 euros).
2.- Alimentación nasogástrica (la grimosa)
Esta dieta, llamada K-E Diet (Ketogenic Enteral Nutrition) y conocida como la dieta de las novias, por ponerse muy de moda entre las prometidas estadounidenses, consiste en alimentarse durante 10 días mediante líquidos inyectados a través de un tubo que conecta la nariz y el estómago.
La promesa en esta dieta, siempre y cuando no tomes alimentos por otra vía, es la pérdida de un 10% del peso de media en una decena de días, y de otro montante de tus ahorros, porque la K-E Diet te va a salir por 1.500 dólares (unos 1.300 euros). ¡Más te vale que tus invitados a la boda sean muy espléndidos en los regalos!
En cuanto a los líquidos que se ingieren por el tubo nasogástrico, se trata de una solución de aminoácidos, vitaminas y minerales con un máximo de 800 kilocalorías diarias. Ten en cuenta que la recomendación de ingesta de calorías está en 1.200 kcal mínimo. Eso sí, la K-E Diet añade a su mejunje una sustancia “milagrosa” y quemagrasas: la ketosis. ¿No será que la gente adelgaza porque las pocas calorías que consume?, me pregunto.
En este caso, el artífice es el doctor Oliver di Pietro, que comercializa la solución milagrosa en su clínica de Bay Harbor Islands, en Florida, sin muchos controles sanitarios.
En cuanto a los perjuicios atribuidos a esta dieta de las novias, puede causar deshidratación, cálculos renales, dolores de cabeza, estreñimiento y mal aliento. Es más, el doctor Spencer Berry, director médico de la Asociación de Especialistas Médicos para la Reducción de Peso de Fargo (Dakota del Norte) ha realizado una investigación y advierte de que esta dieta puede provocar diabetes del tipo 2.
3.- Inyecciones de orina (la repugnante)
¿Quieres perder hasta 20 kilos en seis meses? ¿Tienes 1.000 euros mensuales a tu disposición? Bien, pues inyéctate orina de mujeres embarazadas por vía intravenosa. O eso es lo que asegura Sheryl Paloni, de Boston, la precursora de esta dieta, en la que sólo podrás ingerir 500 calorías.
La dieta HGC, por sus siglas en inglés para la hormona gonadotropina coriónica humana, asegura que esta sustancia –existente en la orina de embarazadas y causante de que las reservas de grasa del cuerpo lleguen al feto- permite adelgazar de forma rápida. Lo más alarmante es que esta HGC sólo está permitida para tratamientos de fertilidad.
Aunque, en cualquier caso, vuelvo a cuestionarme si no es el hecho de comer muy por debajo de lo recomendado lo que provoca la pérdida de peso. ¿La orina para qué es? Obviamente, para darle glamour, no.
De hecho, esa inyección de orina puede incluso ocasionar cálculos biliares, trombos, coágulos, descontrol del ritmo cardiaco, provocar el síndrome de la hiperestimulación ovárica e incluso originar la muerte por septicemia, según la FDA, la Autoridad Sanitaria de EEUU, sin obviar los daños que para nuestro organismo puede causar la ingesta de menos de la mitad de calorías diarias recomendadas. De ahí que la institución americana la haya prohibido.
4.- La dieta del aire (la pantomima)
Esto ya es el colmo. La dieta del aire consiste en simular que estás comiendo cuando no lo haces. ¿Te acuerdas cuando eras pequeño y jugabas a las cocinitas? Pues lo mismo. Tú te pones un plato vacío delante, cortas los alimentos imaginarios y comes, de este modo, hasta que te sacies. ¡Y hasta puedes repetir postre!
Aunque esta dieta se basa en la inedia, la capacidad que plantea el Ayurveda de vivir sin alimentos ni bebidas como purificación del alma, una de sus actuales “promotoras” es Valeria Lukyanova, la llamada Barbie humana (que íbamos a esperar con ese objetivo vital), quien sostiene que el cerebro es engañado y asimila los nutrientes del aire. Aire es lo que le sobra en la azotea a más de una, como puedes comprobar en este vídeo.
Otra “iluminada” de este método es la australiana Jasmuheen, quien ha llegado a publicar el libro Viviendo de luz. En su caso, su teoría se llevó a la práctica a través de un experimento en la televisión y, pese a que ella aseguraba poder subsistir 21 días con una sola taza de té diaria, lo cierto es que, al cuarto día, el reality show tuvo que paralizarse, ya que la gurú estaba deshidratada, su ritmo cardíaco se había duplicado y estaba en riesgo de fallo renal. Toda una evidencia de la farsa de este sistema.
Sobra decir que el impacto en la salud de este método es de alto riego, con problemas renales, cardiacos, pérdida de masa ósea y muscular, bajo desempeño físico e intelectual o desórdenes mentales. Es más, algunos seguidores extremos de este sistema han perdido la vida.
5.- La dieta de Atkins (la popular)
Los seguidores de la dieta Atkins llegan hasta el mismísimo Hollywood, contando con Kim Kardhasian, René Zellweger o Catherine Zeta-Jones entre sus adeptas, lo que incrementa la popularidad de este método que ha llevado al médico estadounidense que le da nombre a facturar unos 100 millones de euros anuales a través de la venta de más de 45 millones de copias de sus libros.
¿Dónde radica su éxito? En que a diferencia de otras dietas más estrictas, la dieta Atkins permite comer alimentos prohibidos en otros planes y le da menos importancia a verduras y legumbres. La clave está en la ingesta de grandes cantidades de proteínas (un 90%) y una base mínima de carbohidratos (10%) para adelgazar. Por tanto, podrás consumir embutidos, carnes rojas, huevos, mantequilla, aceites, salsas… mientras que quedan fuera del plato las pastas, harinas, arroz, azúcar, alcohol o pan. Sin embargo, ten en cuenta que una dieta equilibrada debe contar con un 50-60% de hidratos.
Por ello, los especialistas en nutrición advierten de que, además de problemas menores como halitosis, acetona en el aliento o estreñimiento, la dieta Atkins también ocasiona el aumento del colesterol y del ácido úrico, llevando al seguidor hacia el riesgo cardiovascular y sobrecarga del riñón.
6.- La dieta de la Luna (la fuera de órbita)
Del mismo modo que la Luna afecta a las mareas, esta dieta promulga que el satélite controla el ritmo corporal interno, ya que la atracción de la Luna influencia nuestro cuerpo dada la capacidad que tiene el organismo de absorber agua.
Para adelgazar con esta dieta, debes hacer ayuno total de uno a tres días coincidiendo con el cambio de la fase lunar. Durante esta fase, perderás hasta 3 kilos (pocos me parecen para estar tres días sin comer) y, el elemento lunar aporta estabilidad a este adelgazamiento, ya que según predican los seguidores de este método, no se vuelven a recuperar.
Seguro que luego te hinchas a hamburguesas y pizzas durante tres meses y no subes ni un gramo, ¿no crees?
Además del chasco, si te apuntas a la dieta de la Luna puedes ocasionarte desequilibrios metabólicos peligrosos e incluso desarrollar una enfermedad crónica.
7.- La dieta de la tenia o la solitaria (la parasitaria)
El nombre ya lo dice todo. Efectivamente, tu cara de repulsión es la correcta, porque esta dieta consiste en ingerir huevos de tenia para hacer crecer la lombriz en el interior del cuerpo y que ésta absorba cuanto comamos.
Como comprenderás, estamos ante una de las dietas más peligrosas, ya que este parásito puede provocarnos desde problemas en la vista o epilepsia hasta meningitis, demencia y, por supuesto, la muerte. Eso sí, vas a ser el cadáver más delgado del tanatorio. ¡Enhorabuena!
8.- La dieta Dukan (la secta proteica)
Seguro que de esta habrás escuchado hablar en más de una reunión de amigos. Este método, creado por el nutricionista Pierre Dukan hace ya 40 años, propone una lista de 100 alimentos autorizados y 4 fases para bajar peso, con una base muy parecida a la de Atkins.
Esta dieta no sólo es seguida por algunos famosos, como Jennifer López, sino que cuenta con miles de adeptos que intercambian opiniones, éxitos y recetas a través de internet, convirtiéndose en una comunidad en la que una vez entras es difícil salir.
¿En qué consiste este sistema de adelgazamiento? Tienes una primera fase de ataque, donde sólo se admiten 72 alimentos, básicamente proteínas; una segunda etapa de disminución moderada, con estos 72 ingredientes más 28 tipos de verduras; la tercera fase de consolidación, donde se introducen ya algunos carbohidratos y se establece un día de ingesta exclusiva de proteínas; y un último periodo de estabilización, que incluye tres cucharadas de salvado diario y mantiene un día semanal de proteínas puras.
¿Y funciona? Pues, a pesar de la insistencia de los seguidores de la dieta Dukan por realzar sus efectos milagrosos y el esfuerzo del propio fundador por aportar una inexistente base científica, son varias las instituciones sanitarias internacionales (como la Agencia Española de Dietistas y Nutricionistas o la Agencia Francesa para la Seguridad Alimentaria) que denuncian la ineficacia, fraude y peligro del método.
Entre las consecuencias que puede generar en tu cuerpo esta dieta se encuentran desde cansancio, halitosis y estreñimiento en una primera fase, hasta sobrecarga renal y cetosis, osteoporosis, cálculos renales y enfermedades cardiovasculares, debido al exceso de proteínas. ¿Estás dispuesto a correr el riesgo?
9.- La dieta Detox (la purificadora de snobs)
Eliminar toxinas como único objetivo en la vida. La dieta Detox apuesta por la ingesta exclusiva de zumos de frutas durante varios días, incluso semanas, para depurar y purificar nuestro cuerpo. Se trata de hacer una limpieza en profundidad del organismo, un reseteo del sistema, pero ¿qué perderás en el proceso?
Las consecuencias de la falta de hidratos, grasas y proteínas no se van a hacer esperar. Tras unas horas, seguro que empiezas a sentirte mareado, ya que el nivel de azúcar desciende. Pasados uno días, tu nivel de insulina se dispara, ya que el páncreas se ve obligado a segregar esta sustancia para transportar el azúcar de la fruta a las células, y ante la falta de proteínas, tu cuerpo echará mano de las grasas acumuladas, pero también de los músculos, aumentando la sensación de debilidad y provocando incluso alucinaciones. A la semana, no va a haber quien te aguante, por tu mal humor y ánimo entristecido, debido a la falta de gasolina para el cerebro, y los niveles de ácido úrico y amoniaco crecerán sobrecargando los riñones y regalándote una bonita diarrea.
¿Y todo esto para qué? Para que tras la desintoxicación, ingieras de nuevo sólido y tu cuerpo, que no es tonto, reabsorba todas las calorías posibles para reponerse y sufras el temido efecto yo-yo.
Ya estamos diseñados para desintoxicarnos diariamente; no hace falta que te gastes 50 euros en un supuesto jugo milagroso o una guía con los pasos a seguir. Si te sientes sucio, a lo mejor sería conveniente que comieses una dieta equilibrada e hicieses ejercicio regularmente, en lugar de querer eliminar en una semana los excesos de tabaco, alcohol, comida y sedentarismo de todo el año.
10.- La dieta Carb Lovers (la antidieta)
Este método es la antítesis de todas las dietas. Promueve el consumo masivo de carbohidratos (panes, pasta, harinas…) y ahí radica su éxito. ¿A quién no le gusta adelgazar comiendo pizza y bocadillos todos los días?
La dieta Carb Lovers está dividida en un periodo de una semana, en el que promete el adelgazamiento de 2 kilos, y una segunda fase de 21 días, con la pérdida de hasta más de 20 kilos, donde los alimentos permitidos son aquellos ricos en almidón (pan, cereales, patatas, tortitas, crepes, arroz, lentejas…), ya que esta sustancia actúa como la fibra, controla el nivel de azúcar y posibilita la quema de los depósitos de grasa sin perder masa muscular.
Eso sí, la propuesta de Largeman-Roth y Ellen Kunes en su libro The carb lovers diet pasa, además de por un tipo de carbohidratos, por la cantidad de los mismos y el ejercicio físico regular.
De todos los vistos, este método se postula como el menos perjudicial para la salud, ya que al fin y al cabo, lo que está fomentando es el seguimiento de la pirámide alimentaria, con una base fuerte de hidratos, y la práctica de deporte.
En resumen
Está claro que todas estas dietas, y otras muchas tantas, sólo se basan en reducir drásticamente la ingesta de calorías para conseguir resultados rápidos, aunque poco duraderos y con un importante efecto rebote. El resto de adornos, que si la luna, la solitaria o el aire purificador, son sólo estridencias y extravagancias para llamar la atención de unos ciudadanos cada más conscientes de que los milagros no existen.
En cualquier caso, en la página de la Agencia Española de Consumo y Seguridad Alimentaria y Nutrición puedes obtener más información sobre las dietas milagro y sus efectos adversos.
Lo triste del asunto es que mientras que aquellos que se suman a estos nuevos métodos pierden su dinero y su salud en el intento, los promotores de los sistemas, centrados en su beneficio económico y no en la promoción de una alimentación sana, se llenan sus bolsillos aplicando las técnicas, vendiendo libros y productos, dando entrevistas e impartiendo conferencias.
Si lo que quieres es adelgazar, realiza una dieta equilibrada y haz ejercicio con regularidad. Éste es el único método que funciona. Por algo la dieta mediterránea ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, ¿no crees?