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Supersticiones, ¿Mito o realidad?

Seguro que has oído hablar de las supersticiones, es decir, de aquellas acciones que realizamos pensando que nos darán suerte o en su defecto nos quitarán la mala suerte. Es más, puede que tú hayas caído alguna vez en alguna de ellas o que tengas tu manía particular en algo concreto. Hoy vamos a analizar si esto sirve de algo o en cambio es todo falso.

¿Qué son las supersticiones?

Una superstición es una especie de costumbre o manía realizada o bien para atraer a la buena suerte, o bien para alejar a la mala suerte. La característica principal de una superstición es que no tiene ninguna base científica en sí misma, es decir, que realmente estamos basándonos en la magia o en alguna especie de fuerza externa para explicar la razón por la cual hacemos eso.

Este tipo de costumbres son muy comunes en la sociedad hoy en día, ya que están muy arraigadas en la cultura popular y han sido trasmitidas de padres a hijos. Unos buenos ejemplos son el no pasar por debajo de una escalera y el no romper un espejo para no tener mala suerte y encontrarse un trébol de cuatro hojas para asegurarnos la buena suerte.

Origen y usos de la supersticiones

La mayoría de supersticiones existen desde hace siglos y en muchos casos su origen no está del todo claro. Lo que si se sabe es que muchas de ellas están causadas por las creencias religiosas de ciertas épocas, las cuales han ido pasándose de generación en generación con ligeras modificaciones. Por ejemplo, la creencia de que los gatos negros dan mala suerte, es porque desde el cristianismo se creía que el color oscuro de los mismos estaba relacionado con la maldad, es decir, con el diablo, así que encontrarse a un gato negro era cruzarse con el diablo.

Eso si, lo del gato negro no es ni mucho menos la única superstición con orígenes religiosos, ya que por ejemplo el decir Jesús después de estornudar era como pedir a Dios la curación de la enfermedad. En cuanto a los tréboles de cuatro hojas, se cree que permitían dar buena suerte porque Eva se llevó uno del paraíso. También hay otros que no tienen que ver con el cristianismo, como por ejemplo lo de empezar el día con el pie izquierdo y la mala suerte es porque el sol hace un movimiento a la derecha. Los Celtas pensaban que debías seguir ese movimiento para poder tener buena suerte.

Además de las creencias religiosas y de la cultura popular, también hay supersticiones propias de una persona, la cual tiene esa manía única porque cree que le da suerte. Seguramente hayas escuchado casos de personas que tienen calcetines de la suerte, ya que un día que los llevaban puestos les pasó algo muy bueno y por eso los llevan puestos para tener suerte. También tenemos el mismo caso con deportistas famosos como por ejemplo Iker Casillas, el cual toca el larguero de la portería después de que su equipo marque un gol.

Lista de supersticiones populares más famosas y sus orígenes

  • Tocar madera para tener buena suerte: Esto viene de varias vertientes. En primer lugar, los cristianos asociaban la madera con los restos de la cruz donde se crucificó a Jesús y segundo lugar, los nativos Americanos asociaban la madera como símbolo de protección y como la casa de los dioses.
  • Número 13, el número de la mala suerte: De nuevo nos tenemos que ir al cristianismo para explicar esto, ya que tiene que ver con que Jesús fue traicionado en la última cena, donde estaban cenando 13 personas (12 apóstoles y Jesús). Entonces se ha acabado asociando este número con mala suerte.
  • Ver a la novia antes de la boda trae mala suerte: Antiguamente ese asociaba el ver a la novia antes de la boda como realizar antes de tiempo un acontecimiento positivo, algo que trae mala suerte al matrimonio.
  • Cruzar los dedos para tener buena suerte: Cruzar los dedos se asocia con la cruz, un símbolo que aparte de representar a Jesucristo, también era capaz de representar cosas como la perfección y las buenas vibraciones.
  • Pata de conejo para tener buena suerte: La pata de conejo antiguamente era usada para atraer la fertilidad en las tribus, ya que se asocian al conejo con tener muchos hijos. Los Celtas también lo tenían como símbolo de buena suerte porque pensaban que descendían de los conejos.
  • Romper un espejo trae 7 años de mala suerte: Esto viene de la época en la cual se usaban los espejos para hacer magia y adivinación. Si rompías el espejo, era como si estuvieras rompiendo el futuro reflejado en él, el cual tardaba 7 años en volver a regenerarse.
  • Frotar un número de lotería en una calva para tener buena suerte: Como la calva es redonda, se cree que frotándola contra el décimo dará buena suerte, ya que la forma redonda es similar a la de un décimo de lotería. Esta superstición fue popularizada por el famoso anuncio del calvo de la lotería.

¿Las supersticiones funcionan de verdad?

Si eres de los que guardan patas de conejo, tréboles de cuatro hojas y juega un partido con calcetines que no ha lavado nunca, lamento decirte que esto no tiene ninguna base científica para mejorar tu suerte y tu rendimiento. Para comprenderlo sólo hace falta usar el sentido común un segundo y plantearse la relación nula que existe entre realizar una acción y tener suerte.

Aunque en las civilizaciones más clásicas recurriesen a supersticiones, conjuros, hechizos, maldiciones y demás para realizar cosas, en pleno siglo XXI no procede y la razón es que ahora mismo se conocen las razones por las cuales suceden las cosas. Aunque los romanos pensasen que las tempestades del mar eran enfados del Dios Neptuno, nosotros ya sabemos todo sobre la presión atmosférica, sobre el clima y sobre la razón por la cual hay lluvias, tsunamis y demás. Entonces si ya sabemos explicar todo, ¿Por qué íbamos a creer en supersticiones que ya no tienen sentido?.

Además ahora sabemos que la suerte como tal no existe, sino que simplemente es probabilidad, la cual aumenta y disminuye según las condiciones dadas por ti mismo, por tus rivales y por el entorno que te rodea. Si por ejemplo el Oporto gana un partido, siempre será porque han jugado mejor que el rival o porque algún elemento externo como el clima, el cansancio/confianza del rival o el árbitro les han sido favorables. Los golpes en el larguero de Casillas no tienen nada que ver con la victoria del Oporto, ya que golpear un trozo de madera no va a tener ningún efecto en cómo jueguen los rivales ni va a poner el árbitro a tu favor, ni tampoco te va a volver mejor futbolista.

Otro buen ejemplo de que las supersticiones no funcionan es el hecho de comparar a varias personas que compiten. Imagínate que tenemos dos jugadores de ajedrez y están en la final del campeonato del mundo. Uno se santigua porque cree que le trae suerte y otro lleva una pata de conejo en el bolsillo por la misma razón. Según la ley de la superstición, a ambos les tendría que ir bien, sin embargo, sólo puede ganar uno de ellos y va a ganar el que mejor juegue, no el que tenga el elemento que más suerte de.

Entonces…¿Por qué a veces las supersticiones se cumplen?

No quiero pecar de futurólogo, pero ya veo venir los comentarios. Me vais a decir que vosotros habéis ganado todos los partidos con vuestro calcetín sudado o que el día que rompiste un espejo tuviste una mala cadena de infortunios. Pues debo deciros que eso también tiene explicación científica, ya que hay tres razones que han sido explicadas por la psicología y que tienen mucho más sentido que decir que la suerte funciona, vamos a verlas:

Efecto Placebo

El efecto placebo es la creencia de que algo es eficaz para una acción determinada cuando realmente no es así. En el caso de la superstición, si tú crees que tienes la espalda cubierta gracias a llevar una pata de conejo, seguramente tu confianza en ti mismo aumente gracias a esto, haciendo que inconscientemente rindas mejor en aquello que realices. Sin embargo, no será la pata de conejo la que haya causado tu victoria, sino que habrás sido tu mismo gracias a la confianza. El efecto placebo está presente en la sociedad en muchas formas, como por ejemplo la homeopatía, una pseudociencia que muchas veces cura aunque sean pastillas de azúcar, ya que los síntomas de la enfermedad se alivian porque el cuerpo cree que es una medicina real, aunque no sea así.

También existe el efecto contrario, el cual se llama efecto nocebo. Si pasamos por debajo de una escalera y pensamos que tenemos mala suerte, vamos a actuar con mucha desconfianza en nosotros mismos y vamos a ir por la vida con miedo, algo que va a causar que al final tengamos mala suerte de verdad. Si por ejemplo comenzamos un partido de fútbol pensando que lo vamos a perder, vamos a jugar muy mal y no nos vamos a esforzar, haciendo que lo que piensas en tu mente se vuelva real. Lo mismo ocurre con la gente de nuestro alrededor, la cual se aleja de nosotros no por la mala suerte, sino porque la gente con baja confianza en si mismos y en su entorno suele causar repulsión.

Asociación falsa de conceptos

Otra cosa que es cierta es que cuando nos pasa alguna cosa que supuestamente nos da buena o mala suerte, tendemos a realizar asociaciones de que tal o cual cosa nos ha pasado gracias a que hicimos esto, obviando el resto de razones por las cuales ocurren. Por ejemplo, si ganamos un partido con el calcetín de la suerte, vamos a pensar que ha sido gracias al calcetín y no a que nos hemos estado preparando toda la temporada. Otro buen ejemplo es que si se muere un familiar después de haber visto un gato negro, vamos a pensar que ha sido por ver al gato, cuando hace 3 años se murió otro familiar y no te habías cruzado a ningún gato.

Además la piscología nos dice que la gente tiende a asociar lo que ocurre en la realidad con sus creencias. Esto es una respuesta natural del cerebro contra el estrés, ya que una de las situaciones más estresantes para el mismo es ver que no tenemos razón (por eso la gente es tan cabezona y justifica todo lo que hace como puede). Por eso seguramente por mucho que yo te de razones lógicas sobre que la superstición no funciona, tú vas a decir que no tengo razón y que vas a seguir llevando tu pata de conejo aunque no tenga ningún sentido científico.

Casualidad

Finalmente tenemos la casualidad, es decir, de que algo haya ocurrido justo después de realizar una acción que se asocia con buena o mala suerte. Por ejemplo caerse por unas escaleras después de una maldición gitana es pura casualidad (y si luego crees que te has caído porque la maldición es real sufrirás efecto nocebo), ya que realmente unas palabras dichas por un ser humano que es igual que tu (vamos que no tiene poderes mágicos) no van a tener ningún efecto sobre tu suerte.

Conclusión

La conclusión científica que sacamos ante esto es que las supersticiones no funcionan y que no tienen ninguna base científica, sin embargo, llegamos también a la conclusión de lo poderosa que es la mente humana en tu vida cotidiana. Las supersticiones tienen tanto éxito después de tantos años porque son capaces de modificar la mente humana, sugestionando a una persona sobre su buena o mala suerte. Si a Casillas tocar el larguero le ayuda a jugar mejor, el Oporto estará encantado con que siga haciéndolo en cada gol de su equipo.

Por eso creo que aunque las supersticiones sean un mito, también creo que de momento son necesarias para mucha gente y una parte vital en nuestra cultura y nuestra sociedad. Si tú crees que vas a jugar mejor con ese calcetín sudado y las veces que no te lo has puesto has jugado mal por el efecto nocebo, es mejor que olvides todo lo que he dicho y que sigas jugando bien con tu calcetín, ya que el poder de la confianza y la mente humana es sin duda lo verdaderamente mágico y extraordinario. Digamos que aún el mundo no está preparado para un pensamiento totalmente racional y que aún tardaremos unos cuantos años en quitarnos de encima las manías y supersticiones.

Un comentario

  1. Buen artículo Azpe. A mí también me han comentado supersticiones como:

    – No poner el pan boca abajo.
    – No desparramar sal.
    – No trocear papel en cachos pequeños.
    – Otra superstición curiosa es la de número 4 en China, pues en mandarín se pronuncia casi igual a «Muerte». En muchos hoteles no tienen piso 4, 14, 24 etc… pasan del 3 al 5. Muy curioso.

     

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